Su profesor, Georges Izambard, lo salvó de la cárcel, pero al
mes siguiente intentó de nuevo la fuga, esta vez dirigiéndose hacia la región
del Norte. Después de trasladarse a Bélgica, quiso emprender carrera como
periodista en la ciudad de Charleroi. Entre las dos fugas, había empezado a
escribir un libro destinado a Paul Demeny, pariente de su profesor y poeta reconocido
en París.
Cuando regresó a Charleville, en el invierno de 1870-1871, su
colegio había sido convertido en hospital militar. Huyó a París en febrero y
fue testigo de los disturbios provocados por la amnistía decretada por el
gobierno de Versalles. Volvió con su familia en marzo, en plena Comuna, y
publicó la famosa Carta del vidente. Auténtico credo estético, la Carta
definía al poeta del futuro como un «ladrón de fuego» que busca la alquimia
verbal y lo desconocido a través de un «largo, inmenso y razonado desarreglo de
todos los sentidos».
Verlaine, a quien había enviado algunos poemas, le invitó a
París. Rimbaud llegó con un poema, El barco ebrio, quizás la mayor
expresión de su genio visionario, que impresionó profundamente a su anfitrión.
En París, se integró enseguida en el círculo literario del club zutista y
escribió el Album zutique.
Tras una breve estancia en Charleville, donde compuso algunos
poemas sencillos, más o menos místicos, nació una tormentosa relación amorosa
con Verlaine, que empezó en el Barrio Latino de París, en mayo de 1872. Tras
abandonar a su esposa, Mathilde, Verlaine se instaló con él en Bruselas y más
tarde en Londres, para experimentar lo que, según Rimbaud, debía ser la
aventura de la poesía.
En contacto con los partidarios exiliados de la Comuna, sus
vidas se volvieron cada vez más caóticas, a medida que uno y otro cultivaban
las excentricidades de todo tipo. En julio de 1873, Verlaine, el «desgraciado
hermano» de Rimbaud, huyó a Bruselas; pretendía enrolarse con los carlistas, o
suicidarse. Llamó a Rimbaud, éste acudió a su lado y volvieron las disputas.
Verlaine, un carácter depresivo, sospechando que iba a ser abandonado pronto,
disparó a Rimbaud y lo hirió, por lo que fue arrestado y encarcelado.
Mientras se recuperaba en sus Ardenas natales, Rimbaud
terminó el libro autobiográfico Una estancia en el infierno, donde
relataba su historia y daba cuenta de su rebeldía adolescente. Luego, gracias a
su madre, publicó Alquimia del verbo, pero la obra no fue distribuida (Rimbaud
dejó una copia en la prisión, para Verlaine, y repartió otros pocos ejemplares
entre sus amigos). Regresó a Londres, acompañado por Germain Nouveau, en 1874,
y escribió su última obra, Las iluminaciones, cerca de cincuenta poemas
en prosa que proyectan sucesivos universos y proponen una nueva definición del
hombre y del amor. A los veinte años, abandonó la literatura.
La segunda parte de su vida fue una especie de caos
aventurero. Empezó como preceptor en Stuttgart, se alistó (y desertó luego) en
el ejército colonial holandés y viajó en dos ocasiones a Chipre (1879 y 1880).
Después de distintas escalas en el Mar Rojo, se instaló en Adén y más tarde en
Harar (Etiopía). Se dedicó al comercio de marfil, café, oro o cualquier
producto que consiguiera por el trueque de alguna mercancía europea; también
envió informes a la Sociedad Francesa de Geografía. En 1885 volvió a Adén y
vendió armas. Atravesó el desierto de Danakil y se tomó un tiempo de descanso
en Egipto. Por último regresó a Harar, donde prosperaban sus negocios. En 1891,
aquejado de fuertes dolores en la pierna derecha, volvió a Francia, donde le
fue amputada y murió poco después en un hospital de Marsella.
Obra
Rimbaud es
un caso especial de genio poético que revolucionó la lírica ejerciendo
una libertad total en el empleo de la
palabra. Rimbaud lleva al extremo
los postulados del Simbolismo, que buscaba
acceder a la visión simbólica empleando
el ritmo del verso como instrumento.
En su célebre poema "Vocales",
por ejemplo, establece una correspondencia entre estas y los colores, relación que puede ser arbitraria, pero que es motivo para crear imágenes deslumbrantes.
Rimbaud concibe la poesía
como iluminación y crea símbolos que están más allá de la comprensión racional. Su poesía es producto del "desarreglo de los
sentidos" y, para lograrlo,
decide "encrapularse", es decir, llevar una vida fuera de las normas sociales. Así, en otro de sus poemas capitales, "El barco ebrio", el barco
es el símbolo del mismo poema y las aguas por las que va descendiendo.
Rimbaud relaciona de una manera especial las palabras, las cuales ya no
son expresiones de un estado anímico,
sino un instrumento para crear belleza. Una de sus
frases más célebres, con la que resume
su posición en torno a lo que llama "poesía
objetiva", es "Yo es otro", con lo que quiere significar que el yo que se encuentra en sus poemas es puramente gramatical y no una expresión del yo real, como en los románticos. Sus dos grandes libros son Una temporada en el infierno (1873) y Las iluminaciones (1874). Un aspecto importante de la influencia de Rimbaud es
que ella se ejerce no solo sobre las
obras de los poetas de las siguientes generaciones,
sino también sobre la vida misma de
estos, pues Rimbaud es uno de los símbolos de la dedicación total a la vocación poética.
El poema "El durmiente del valle" es uno
de sus primeros poemas y, en él, el ritmo es aún cercano al tradicional.
"Alquimia del verbo", en cambio, pertenece a Una temporada en el infierno y nos muestra un Rimbaud más libre y creativo.
EL
DURMIENTE DEL VALLE
Un rincón de verdor donde un arroyo canta
emperchando a lo loco en la yerba rasgones
de plata; donde el sol, desde altiva montaña,
reluce, un vallecito que hace espumas las luces
Boquiabierto,
un soldado joven con la cabeza descubierta y la nuca bañada en berro azul, duerme; está tendido en
la hierba, bajo nube; pálido en verde lecho donde llueve la luz.
Con los pies en los lirios, duerme. Sonriendo como lo
haría un niño enfermo, duerme un momento. Natura, mécelo cálidamente. Tiene frío.
Ya no
agitan perfume las ventanas
de su nariz; al sol duerme, la mano al pecho.
Tranquilo.
En su costado tiene dos hoyos rojos.
ALQUIMIA DEL VERBO
Ahora yo. La historia de una de mis locuras. Desde hacía largo tiempo, me jactaba de poseer todos
los paisajes posibles, y encontraba irrisorias
las celebridades de /a pintura y de la poesía moderna.
Me gustaban las pinturas idiotas, dinteles historiados, decoraciones,
telas de saltimbanquis, carteles, estampas populares; la literatura
anticuada, latín de iglesia,
libros eróticos sin ortografía, novelas de
nuestras abuelas, cuentos de hadas, libritos
para niños, óperas viejas, canciones bobas, ritmos ingenuos. Soñaba con cruzadas, con viajes de
descubrimientos de (os que no hay
relatos, con repúblicas sin historia, guerras
de religión sofocadas, revoluciones de costumbres, desplazamientos de razas y de continentes:
creía en todos los encantamientos.
¡Inventé el color de las vocales! -A negra, E blanca, I roja, O azul, U verde-. Reglamenté la forma y el
movimiento de cada consonante y me
vanagloriaba de inventar, con ritmos instintivos, un verbo poético accesible,
cualquier día, a todos los
sentidos. Me reservaba la traducción.
Al principio fue un
estudio. Yo escribía silencios, noches, anotaba lo inexpresable. Fijaba vértigos.
Lejos de pájaros, de aldeanas, de rebaños
¿qué bebía, de hinojos en aquella maleza
Circundada de tiernos boscajes de avellanos
entre
la bruma tibia y verde de la siesta?
¿Qué podía beber en
ese joven río,
-¡Olmos
sin voz, cielo oscuro, césped sin flor!
en gualdas cantimploras, sin mi choza
querida?
Haciéndome sudar,
algún áureo licor.
Parecía el equívoco cartel de una taberna.
-Una
tormenta borró el cielo. Al atardecer
el agua de los
bosques huyó hacia arenas vírgenes,
Dios
en los charcos carámbanos dejó caer.
Lloré mirando el oro -y no pude beber.
ACTIVIDADES
1.- Responde sobre el primer poema.
a. ¿Quién es el durmiente del
valle? ………………………………………………………………………………………………………………………..
b.- ¿Qué
pueden ser los hoyos rojos de su costado? …………………………………………………………………………………………….
c.- ¿En qué estado se encuentra realmente?
………………………………………………………………………………………………………..
2.- Analiza el primer poema con atención. ¿Crees que la voz poética presenta
ambiguamente al durmiente del valle, es decir, no dice
directamente qué le ocurre? Si es así, ¿por qué
crees que lo hace?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
3. Deduce.
¿Qué emoción despierta el poema en el lector?
……………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………..
4. Reflexiona sobre
"Alquimia del verbo" y responde las
preguntas
a. ¿Qué quiere decir alquimia? ¿Qué
relación crees que guarda ese término con los fragmentos
seleccionados?
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
b. ¿Cuál es el tono poético que predomina en
el texto? ¿Por qué?
………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………………
5 Marca la alternativa correcta. ¿Qué tipo de poesía elabora Rimbaud?
a, romántica b. realista c. surrealista d. Simbolista
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